BRUXISMO, UN DOLOR QUE TIENE SOLUCIÓN

El notable aumento en la incidencia de esta patología pudiera tener relación con el aumento en el diagnóstico de los trastornos adaptativos, y con el estrés relacionado con la forma de vida en las grandes urbes. Sin embargo, no se pueden dejar de considerar otros factores predisponentes o desencadenantes de la para-función, como son las maloclusiones, es decir la alteración en la alineación de los dientes y en la oclusión o forma como se articulan los dientes superiores con los inferiores. También deben considerarse los hábitos de alimentación, malos hábitos de interposición dentaria y otros.

Como podemos ver, la identificación de los signos y síntomas propios del Bruxismo no parece ser un problema, su origen, sin embargo, es algo más difícil de identificar. Por largo tiempo se ha tratado paliativamente el Bruxismo mediante la utilización de “planos de alivio”; una férula, casi siempre acrílica, que se pone sobre una de las arcadas dentarias. Este tratamiento “paliativo” tiene por objetivo fundamental evitar que los dientes de ambas arcadas puedan entrar en contacto.

Hoy en día existe una infinidad de materiales y formas para confeccionar dicha férula, no estando todos indicados para el tratamiento del bruxismo y en un alto porcentaje con bajas tasas de éxito en el largo plazo. El Bruxismo progresivamente va involucrando más estructuras; si bien son los dientes los primeramente afectados, el no recibir tratamiento adecuado puede provocar que se afecten progresivamente la articulación de la mandíbula generando ruidos, dolor articular e incluso dolor de oídos y cefaleas.  Llegando en los casos más severos a alterar dramáticamente la calidad de vida de los pacientes. De ahí la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoz y adecuado.

En el caso de los niños, muchos padres consultan por percibir que sus hijos aprietan excesivamente sus dientes o los hacen rechinar mientras duermen. Hay que tener claridad que durante ciertas etapas de la dentición temporal y mixta, es decir cuando los niños tienen dientes de leche solamente y luego cuando hay dientes definitivos y temporales en forma simultánea,  es normal que los niños rechinen y aprieten sus dientes. Esto es parte del proceso de crecimiento y no requiere tratamiento alguno.

Es de suma importancia que los pacientes reciban “tratamientos personalizados”, puesto que cada paciente es un universo único y responde de manera individual frente a los diversos estímulos intrínsecos o medioambientales. Es así que en   nuestra clínica damos un enfoque terapéutico causal para el tratamiento del Bruxismo. Es decir, nos concentramos en determinar la o las causas de la aparición del Bruxismo, para desde allí formular las terapias adecuadas para su tratamiento. Donde se incorporan la psicoterapia, fisioterapia, neuro-mioterapias y otras, donde el paciente es tratado causal e integralmente.

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